Morelia, Michoacán.- “Ojalá fuera bizco, para verte doble”; es uno de los muchos piropos que se apropian a los trabajadores de la construcción, que como cada 03 de Mayo, celebran el Día de la Santa Cruz, que atribuyen a su oficio y lo convirtieron en una fiesta.
“Algunos dicen otras cosas más subidas de tonos, pero por el respeto no las diremos ahorita”, señala Don Alfonso, quien tiene dedicado a la albañilería desde hace más de tres décadas, dice, que desde que era un “plebe” como de cinco años y empezó allá, en Sinaloa.
“Vengo emigrando de Sinaloa, allá crecí, allá está mi tierra. Pero mi papá se fue a los malos pasos y mi mamá y mis dos hermanos y yo nos vinimos a Michoacán, aquí teníamos una tía que se casó bien. Pero ya para cuando nos venimos yo ya trabajaba en echando colados, cargando mezcla, llevando agua… que tendría, unos nueve años más o menos cuando nos vinimos, pero yo empecé como desde los cinco”, cuenta “Poncho”.
Alfonso al igual que cientos de albañiles y “maistros” (sic) albañiles llegaron por la mañana de este jueves a la Plaza Jardín Morelos, a festejar su día: llevaron su cruz adornada con claveles naturales rojos y amarillos (el color favorito de la patrona), algunas imágenes de Santos y el fervor de acercarse a Dios para que les ayude en la construcción.
“Pues en sí traemos la cruz para que nos la bendiga Dios y nos ayude en la construcción, que no se nos vaya a caer, que no se nos vaya a aguadar, que ninguno de los que la trabajábamos nos vayamos a accidentar porque ha pasado en otras veces que se caen y pues ya no pueden trabajar”, dice.
“Poncho” a la edad de 43 años ya es “maistro” albañil y señala: “pero nosotros somos maistros, no maestros.. maestros son los que dan clases y andan en las marchas y eso. A nosotros qué nos digan maistro, así no nos confunden”. Está encargado de la construcción de una casa en la tenencia de Santa María; y aunque dice que allá también hay misa, le gusta más la de aquí, porque se puede encontrar con antiguos compañeros de oficio.
“Nosotros ahora ya nada más bendecimos la cruz y nos vamos a ponerla en la construcción; le hacemos ahí algo que no sea muy pesado para el día de hoy y ya como al medio día la patrona o el patrón nos llevan los kilos de carnitas, con sus chilitos en vinagre, tortillitas recién traídas y que no falten las heladas pero bien bien heladas (cervezas). Y se acaba la jornada. Hoy es de más descanso por ser nuestro día, pero mañana échale a trabajar otra vez desde las siete de la mañana y el que no llegue puntual o no se presente, pues castigo”, platica.
Y además de pedir a Dios, también solicitan a las autoridades locales y estatales que les brinden seguridad, pues a veces les roban materiales que dejan en la “obra negra”. “También que se pongan las pilas, ya que muchos de los compañeros no agarran chamba, porque trabajan para empresas que le hacen trabajos al gobierno”.
La conmemoración del Día de la Santa Cruz, se remonta a los años 300 D.C; época de Constantino, cuando su madre encontró una reliquia de la Cruz en la que fue crucificado Jesús y decide edificar una basílica para resguardar el fragmento de la Cruz; de ahí, que se le relacione y se festeje a todos los albañiles y trabajadores de la construcción, quienes en su mayoría elaboran su cruz con materiales propios de la construcción o bien, si no hay tiempo, se compra ya hecha.