Morelia, Michoacán.-Y el estadio Morelos abrió sus puertas para recibir a unos Tigres, y la avenida Madero abrió sus puertas para otros Tigres, los primeros especialistas en el toque de balón, los segundos en la música tradicional mexicana, mientras unos gritaban gol, otros esperaban la puerta negra.
Con un ambiente de fiesta, mexicano, así se vivió el encuentro entre dos escuadras que hoy en día se encuentran dentro de los ocho mejores equipos del futbol mexicano, el local en el cuarto puesto, el visitante en el tercer lugar de la tabla general, los aficionados quería espectáculo y los jugadores dieron goles, tres de los monarcas Morelia, otros tres de los Tigres, ahora azules.
El primer grito de gol corrió a cargo de la afición michoacana, luego de un penal que falló el goleador peruano, Raul Ruidiaz, llegó el tigre Jesus Dueñas para empujar el balón en su propia portería, los purepechas celebraban y la locura se hacía presente en las tribunas.
Minutos más tarde el Morelos enmudeció, Javier Aquino se encargó de hacer vibrar los corazones de los regiomontanos, ahora el grito de gol provenía de los norteños, el grito se haría más fuerte cuando fue Enner Valencia el encargado de darle la vuelta al cotejo para irse a los vestidores al medio tiempo.
En estos quince minutos los morelianos aprovecharon para ir a descargar cerveza y recargar de nueva cuenta, otros simplemente se quedaban perplejos con las edecanes de los diferentes patrocinadores, más de alguno se fumaba su cigarro para los nervios y otros sacaban al director técnico que traen dentro.
Así dio inicio un segundo tiempo con los ánimos encendidos, fue así que minutos después del silbatazo inicial, el señor gol llegaría a cargo de Raúl Ruidiaz, así puso el empate en el marcador, pero poco les duro el gusto y el festejo a la afición monarca, pues una gran jugada entre el francés Gicnac y el mexicano Aquino, pondría en el marcador nuevamente a Tigres por encima de Monarcas.
Mientras tanto la afición molesta por las circunstancias gritaba y alentaba a los michoacanos, desde una recordada de madre hasta un ponle producto de gallina, fue así que a 13 minutos del final, Angel Sepúlveda se encargó de poner el marcador en tres para ambas escuadras, para que de esta forma, la afición saliera contenta por el espectáculo, pues seis goles no se ven todos los días y hoy 15 de septiembre, Morelos revivió con seis dianas, tres por bando y nadie salió enojado, todos felices y a dar el tradicional ¡Viva México!.