“Nací en la hegemonía del PRI y me voy a morir en la hegemonía de Morena…”, vaticinó ayer, pesimista, una conocida politóloga quien, al darse cuenta de que tomábamos nota, pidió el anonimato.
A la experimentada socióloga le preocupa la ruptura de los equilibrios derivada de la presencia mayoritaria de legisladores afines a López Obrador en el Congreso, tras su aplastante victoria en las elecciones del pasado domingo.
Y es que el perfil autocrático que ha caracterizado al candidato triunfador induce a pensar que en la legislatura que viene habrá “línea” del Ejecutivo al Legislativo, sin importar mucho la división de poderes.
Andrés Manuel tiene una “imagen limitada de esa división de poderes”, como bien apunta Enrique Krauze en su libro El pueblo soy yo (Editorial Debate).
Ni siquiera habrá equilibrios a nivel local. El nuevo partido dominante tendrá mayoría absoluta en 18 congresos estatales. Suficiente para hacer pasar reformas a la Constitución, en caso de que el futuro presidente decidiera modificarla.
La coalición Juntos Haremos Historia no logró la mayoría calificada (dos tercios) requerida en el Congreso de la Unión para cambiar la Carta Magna, pero no está lejos. Le será fácil negociarla.
Como lo dijo ayer el senador del PAN, Héctor Larios, en la primera sesión que la Comisión Permanente celebra bajo el México guinda:
“El mayor reto del próximo gobierno no será que la oposición critique las fallas en la administración pública o el incumplimiento de promesas de campaña, sino que se ejerzan mecanismos de autocontrol para no excederse.”
- Miguel Barbosa y los morenos de Puebla pueden arruinar el clima de armonía que rodea la victoria de Andrés Manuel López Obrador. Por lo pronto, ya hicieron trizas el discurso del triunfador en la elección presidencial de que Morena “no ha roto un vidrio”.
El lunes rompieron sillas, mesas, escritorios, puertas en los salones del Hotel M&M de la ciudad de Puebla, con el pretexto de que allí se cometían “mapacherías” para favorecer a la candidata del Frente, Martha Erika Alonso, lo que al final resultó falso.
En lugar de presentar una denuncia ante la Fepade, los dirigentes de Morena en Puebla rompieron bocas y narices de panistas que trabajaban en ese hotel en los cómputos distritales con copias de las actas de la elección de gobernador que tienen todos los partidos.
“Morena acepta los resultados de cinco de las seis elecciones, donde ganaron. Dice que allí todo fue transparente. Pero donde pierden, que es precisamente la gubernatura de Puebla, dicen que hubo fraude. Lo que no ganaron en las urnas lo quieren arrebatar a la mala”, nos dijo el senador poblano Javier Lozano.
Jesús Zambrano, diputado del PRD, aprovechó la tribuna de la Comisión Permanente para pedir que ya se ponga un alto a los hechos violentos de los morenistas en Puebla.
“Los que perdimos, lo reconocimos ese mismo día. Lo que no ha sucedido en estados como Puebla, en donde (los morenistas) perdieron… y han generado hechos de violencia que, exigimos, también, que no continúen, que se terminen…”.
- El demócrata Bill Richardson, exembajador de Estados Unidos ante la ONU, exgobernador en Nuevo México, es uno de los políticos gringos que más lazos tiene con nuestro país.
Apenas se supo el resultado de la elección en México, el también exsecretario de Energía en el gobierno de Bill Clinton le dio un consejo a Trump, vía CNN, sobre cómo tratar a López Obrador:
Para empezar, le pide que no lo presione con “exigencias irracionales” como pagar por el muro fronterizo.
Advierte que el próximo Presidente de México se le podría convertir en “una piedra en el zapato” si lo aísla como ha hecho con sus aliados europeos.
AMLO “puede negarse a cooperar en asuntos bilaterales críticos como drogas, cárteles, comercio, inversión”, subraya.
Y le sugiere llamarlo por teléfono (cosa que ya hizo Trump); no obligarlo a usar su capital político para defenderse de las presiones de la Casa Blanca; resolver el TLC; dejar de usar a Jared Kushner como canal y enfocar la nueva relación a temas de interés común.
Por cierto, Héctor Vasconcelos, anunciado como canciller en el próximo gobierno de la República, declaró ayer que la llamada del presidente Trump con AMLO fue “en buen tono” y de un absoluto respeto.
- Los priistas ya salieron a buscar culpables de la crisis en la que están hundidos, luego de obtener los peores resultados registrados en elecciones federales y locales en sus casi nueve décadas de existencia.
Pareciera que no han tomado conciencia de que la rapacidad de algunos exgobernadores del tricolor, la tolerancia a la corrupción (Odebrecht, Casa Blanca, Socavón), la incapacidad de controlar la violencia, los llevó a donde están.
Cuenta un senador de ese partido que en la reunión previa de la bancada del PRI en la Comisión Permanente, el mismísimo Emilio Gamboa reveló que hay legisladores que se le han acercado para manifestar su rechazo a que Enrique Ochoa asuma la diputación plurinominal que tiene amarrada.
Quieren al expresidente nacional del PRI de “chivo expiatorio”.
“Luego del comentario de Gamboa, un legislador dijo que él se sumaba a esa petición, luego otro y otro, hasta llegar la media docena”, precisó la fuente.
- Parametría, Enkoll, que se publica en La Silla Rota, y Berumen, fueron las encuestas más certeras en cuanto a preferencias en la elección presidencial, según el análisis que los especialistas Adrián Villegas y Verónica Malopresentaron ayer en el programa de Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula.
El análisis abarcó 14 casas encuestadoras.