Bizarra, cruda, incómoda, eso es Diamantes en bruto (Uncut Gems, 2019). Una verdadera joya protagonizada por Adam Sandler. Y no es otra comedia más, es una de las mejores actuaciones de su carrera, y quizás la película más desesperante de los últimos años.
¿De qué va Diamantes en bruto?
Howard Ratner (Sandler), quien es dueño de una joyería en el distrito Diamond de Nueva York, es el clásico personaje que vive la vida al límite, lleno de deudas y que siempre busca salirse con la suya gracias al don de la palabra.
Su vida cambia por completo cuando consigue un ópalo negro, una de las piedras preciosas más buscadas por los joyeros, y recibe la visita de Kevin Garnett, una superestrella del baloncesto de la NBA.
Howard, en un intento de maravillar a Garnett, comete el error de mostrarle el ópalo, lo que desata una serie de acontecimientos inesperados. Evidentemente, Garnett se obsesiona con la gema, ya que asegura que le dará suerte sobre el tabloncillo, así que le pide a Howard que le preste el diamante para el partido de esa misma noche.
El joyero acepta a regañadientes, pues pensaba subastar el ópalo por un millón de dólares, pero a cambio le pide el anillo de campeón de la NBA como garantía.
Lo más loco de todo es que a Howard se le ocurre empeñar el anillo y con ese dinero realizar una apuesta. Pero no una apuesta cualquiera a ganador del partido, sino que decide aprovechar otros mercados que están disponibles no solo mediante bookies como lo hace él, sino también en casas de apuestas online. Estos mercados permiten construir estrategias más avanzadas basadas en las estadísticas de los jugadores durante el juego
Por supuesto, su apuesta era clara: Garnett iba a anotar muchos puntos, capturar muchos rebotes y brillar gracias a la suerte que le iba a dar el ópalo negro. Así que apostó todo el dinero que recibió al empeñar el anillo. Pero no te contaremos más spoilers, pues esto es solo la punta del iceberg de este increíble filme.
La crudeza de los Safdie
Fuente: Pixabay
El trabajo de los hermanos Safdie en este filme es espectacular, logrando crear una atmósfera incómoda para el espectador, retratando a una New York radical y con personajes estereotipados hasta el límite.
El guion escrito por los Safdie es producto de las historias que les contaba su padre cuando eran pequeños, pues trabajaba en el distrito joyero de la comunidad judía de New York. Claro, estas historias eran llevadas al límite por la capacidad de su padre de maximizar los hechos más allá de lo que de verdad ocurrió. De allí, la crudeza y extremismo del filme.
Pero algo que brilla más que el espectacular guion es sin dudas la actuación de un Adam Sandler prácticamente irreconocible.
Injusticia total
A la Academia es difícil sacarla de los estereotipos. Fue una verdadera injusticia que Sandler ni siquiera estuviera nominado a los Óscar por su soberbia y desesperante actuación en Diamantes en bruto.
Sandler se tomó esto con humor, pues juró vengarse haciendo otra película estúpida si no era nominado. Algo que cumplió a medias, pues aunque tiempo después estrenó la terroríficamente mala Hubie Halloween (2020), se redimió con Garra (Hustle, 2022), otro de los grandes filmes ignorados por la Academia.
Seguramente más pronto que tarde recibirá su debido reconocimiento, aunque realmente no le haga falta.