OpenAI y la propiedad intelectual detrás de los acuerdos con editores periodísticos
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Exploran los acuerdos de OpenAI con grandes editoriales y su impacto en la propiedad intelectual.

Estados Unidos.-En la era de la inteligencia artificial (IA), la propiedad intelectual ha ganado notoriedad, especialmente tras el anuncio de OpenAI sobre sus acuerdos con reconocidas editoriales. Estos acuerdos generan preguntas sobre el manejo de contenidos amparados por derechos de autor.

OpenAI, que inicialmente procesó extensas cantidades de información de diversas fuentes sin autorización explícita, ahora está formalizando su situación mediante compensaciones económicas a grandes conglomerados editoriales como Axel Springer y The Associated Press.

A primera vista, puede resultar paradójico que OpenAI compense por contenidos previamente utilizados. Además, es intrigante que algunos editores, previamente molestos por el uso no consentido de sus materiales, estén aceptando estos acuerdos.

Una mirada más profunda sugiere un cambio inminente en el futuro de la web. Con Google redirigiendo tráfico hacia sus servicios, comprometiendo la visibilidad de otros sitios, OpenAI podría estar intentando cubrir este hueco con sus nuevas políticas. Los acuerdos recientes buscan ‘enriquecer la experiencia del usuario con ChatGPT, añadiendo contenido reciente y fiable sobre una amplia gama de temas’.

La inclusión de “contenido reciente” es crucial, ya que la información en la web pierde vigencia, y ChatGPT necesita datos actuales para ofrecer respuestas precisas. Los detalles específicos de estos acuerdos se mantienen en reserva, probablemente por cláusulas de confidencialidad.

Según The Verge, OpenAI ha propuesto pagos anuales de entre 1 y 5 millones de dólares a los editores. Aunque esta suma puede parecer modesta comparada con los ingresos de algunos directivos de la empresa, el verdadero valor del acuerdo podría radicar en evitar litigios costosos y asegurar el acceso a APIs para actualizaciones de datos constantes, optimizando la capacidad de respuesta en tiempo real de ChatGPT.

Además, estos convenios podrían prevenir demandas por contenidos previamente extraídos, evitando disputas legales costosas. Un caso notable es la demanda de The New York Times, que acusó a OpenAI de violar derechos de autor al usar su contenido para entrenar sus modelos, alegando una competencia directa.

Al igual que Google, OpenAI enfrenta desafíos para mantener la calidad y precisión de la información en sus modelos de IA.

Los acuerdos con editoriales no solo buscan legitimar el uso de contenido, sino también mejorar la calidad del mismo para alimentar modelos generativos, reduciendo errores y aumentando la confiabilidad.

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Mientras Google reduce el tráfico hacia otros sitios, OpenAI busca posicionarse como una alternativa viable, proporcionando acceso a información actualizada y de alta calidad. Con el desarrollo de su motor de búsqueda, SearchGPT, estos acuerdos ofrecen una ventaja reputacional y funcional significativa, asegurando que el contenido sea relevante y preciso.