Un nuevo horizonte en las relaciones internacionales tras el acuerdo estratégico entre Rusia y Corea del Norte.
El jefe de estado ruso, Vladímir Putin, junto al líder norcoreano, Kim Jong-un, han ratificado un Acuerdo de Asociación Estratégica Integral, que marca un renovado entendimiento de defensa mutua reminiscente de la época de la Guerra Fría.
El documento fue suscrito este miércoles 19 de junio en la capital norcoreana, estipulando que ambas partes se prestarán apoyo recíproco frente a cualquier agresión a sus naciones.
Aunque los pormenores del acuerdo no fueron inmediatamente divulgados, ambos líderes enfatizaron la importancia de esta alianza estratégica. Posteriormente, Putin, en una rueda de prensa, dejó en incertidumbre si el apoyo involucraría una respuesta militar directa, como era estipulado por el tratado de 1961, pero sugirió que la cooperación técnico-militar con Corea del Norte no está fuera de discusión.
Acuerdo Estratégico Rusia-Corea del Norte
Es importante señalar que Corea del Norte ha proveído a Rusia de misiles balísticos y un arsenal de más de 11 mil contenedores de munición para el conflicto en Ucrania.
De esta manera, el Acuerdo de Cooperación Militar representa un refuerzo a la relación del Kremlin con Pyongyang, en especial tras los eventos bélicos iniciados en 2022.
Además, Putin ha reprochado a Estados Unidos por la expansión de su presencia militar en la región y por realizar maniobras militares conjuntas con Corea del Sur y Japón.
Putin respaldó las medidas de autodefensa de Pyongyang y su derecho a proteger su soberanía.
Por su parte, Kim Jong-un proclamó el tratado como un ‘poderoso’ compromiso y expresó su admiración por Putin, a quien llamó ‘el amigo más querido del pueblo coreano’.
Este acuerdo denota un giro significativo en la diplomacia de Rusia, que previamente había colaborado con Estados Unidos en la ONU para limitar el desarrollo nuclear de Corea del Norte.
Recordando el Tratado de Amistad y Asistencia Mutua de 1961, que exigía asistencia militar en caso de conflicto, este quedó obsoleto con la caída de la Unión Soviética.
En el año 2000, se firmó un nuevo tratado de amistad, pero sin la cláusula de intervención militar.
Ahora, con el nuevo acuerdo, el panorama cambia, y la firma de este puede ser percibida como una amenaza para la no proliferación nuclear.