La estrategia mercadológica del “Buen Fin”, replicada del “Black Friday” (Viernes Negro) de Estados Unidos, resultó ser un éxito en diversos centros comerciales de la capital michoacana, pues sus pasillos se aprecian repletos de aquellos que desgastan la cartera en esta temporada del año.
Las plazas que presentan mayor demanda son, sin duda, Espacio Las Américas, Altozano y Fiesta Camelinas, tomando en cuenta que en éstas se concentran la mayor parte de multinacionales que operan al interior de la ciudad.
Los pasillos de las plazas antes citadas lucen abarrotados por cientos de ciudadanos que buscan hacer sus compras decembrinas con descuentos atractivos, pero no exagerados.
Ya sea al interior de las plazas o en sus alrededores, la histeria parece imperar, pues mientras en las tiendas se forman largas filas para comprar diversos artículos o ropa, en el exterior de las mismas el tráfico llega a generar un ambiente hostil entre los automovilistas.
Acá no existe la cabida para la paciencia, pues cual si fuera una competencia con premio de por medio, los denominados “compradores compulsivos” luchan por llevarse la mejor prenda, o el mejor aparato en electrónica.
El precio no importa, ya que los letreros que muestran descuentos de entre el 15 y 40 por ciento resultan ser el gancho para que los ciudadanos no escatimen al efectuar sus compras, sin importar que en muchos establecimientos -no en todos- la diferencia de costos no va más allá de los 50 pesos con respecto al precio real de lo que se desee adquirir.
Los requerimientos de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) parecieron ser respetados, pues cada uno de los locales expuso de manera vistosa los descuentos y precios de los productos ofertados.
De esta forma, los morelianos respondieron a las ofertas de este Buen Fin 2016, una estrategia mercadológica que si bien fue adoptada de la cultura consumista estadounidense, poco a poco ha tomado mayor arraigo y proyección en territorio nacional.
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