Al paso de un año y cuatro meses, el Ayuntamiento de Morelia dio conclusión a la obra de remodelación ejecutada en el Mercado Nicolás Bravo, en donde se ocupó una inversión total de 18.5 millones de pesos.
La obra en el también conocido como Mercado del “Santo Niño”, fue proyectada para que su remodelación estuviera lista en diciembre de 2015; sin embargo, los retrasos en la entrega de recursos por parte de la Federación y las pausas administrativas que se registraron debido al cambio de gobierno en la capital, orillaron al Ayuntamiento a solicitar una prórroga ante el gobierno federal, pues de lo contrario, se corría el riesgo de regresar los 11 millones de pesos que, en un inicio, se liberaron para poner en marcha la obra.
La petición del Ayuntamiento a cargo de Alfonso Martínez Alcázar fue escuchada, y el gobierno federal cedió a que la obra se entregara en enero de 2016 como plazo límite; no obstante, evidentemente eso no sucedió.
A partir de ello, el gobierno independiente comenzó a anunciar diferentes fechas para la conclusión de la obra. La primera de ellas fue en febrero, cuando se justificó que la obra no podía ser entregada debido a que en el proyecto inicial no se consideraron algunos detalles de electricidad e hidráulicos, por lo que además de extender los plazos para terminar el saneamiento infraestructural que se le dio al mercado, se solicitó una ampliación presupuestal de 7.5 millones de pesos.
Una vez más, la Federación respondió a las peticiones del Ayuntamiento de Morelia, y después de mantenerse parada por poco más de dos meses, la obra arrancó en forma sobre abril, según explicó Eugenio Villalobos Guzmán, director de Mercados y Comercio en Vía Pública.
La disposición del gobierno federal, en aquella ocasión, también tuvo un plazo límite, pues se acordó que la obra tendría que terminarse a más tardar en octubre, lo cual, obviamente, no se cumplió.
En un estira y afloja con la Federación, el gobierno independiente consiguió extender el plazo para la conclusión de la obra con fecha límite al 31 de diciembre, ya con una inversión aprobada de 11.5 millones de pesos.
De nueva cuenta el Ayuntamiento no cumplió y, pese a los retrasos y múltiples prorrogas que ya se habían negociado con el gobierno federal, por sexta ocasión se consiguió que la obra quedara concluida sobre el mes de enero.
La sexta fue la vencida y hoy, a un año y cuatro meses de que la obra arrancara, el Ayuntamiento de Morelia dio conclusión a la misma, en beneficio de 239 locatarios que ya se encontraban desesperados por las afectaciones monetarias que sufrieron durante la remodelación que se ejecutó en su zona de trabajo.
Las justificaciones del retraso
Los retrasos, justificó el Ayuntamiento, se generaron debido a que en el proyecto inicial no se consideraron algunos detalles y gastos que se debían imprimir en la renovación de la red hidráulica y sanitaria del recinto.
“Esta obra se arrancó en el mes de septiembre de 2015, en nuestra llegada propiamente, dimos el arranque de la obra que estaba parada; fue un recurso de 11 millones de pesos para el arranque de esta obra, la cual consistía en la remodelación integral del mercado. Al momento de realizar los trabajos de revisión de la red hidráulica y sanitaria, se encontró que los drenajes estaban totalmente colapsados”, argumentó el secretario de Servicios Públicos, José Luis Gil Vázquez.
El funcionario municipal refirió que a partir de que se detectaron estos inconvenientes, el gobierno de línea independiente se vio obligado a establecer gestiones ante el Fondo Nacional para la Cultural y las Artes (Fonca), afín de crecer la inversión de la obra a 18.5 millones de pesos.
“Los locatarios están muy contentos, dicen que valió la pena la espera… quedó un mercado muy bonito, ellos incluso presumen que es el Mercado más bonito de Morelia”, agregó el director de Mercados y Comercio en Vía Pública, Eugenio Villalobos, quien responsabilizó al gobierno federal por los retrasos en la obra, al señalar que “los recursos no bajaban”.
“Estamos muy contentos de esta obra de remodelación, porque como ya se había dicho es una obra que tenía muchos problemas, que no se había presupuestado sin contemplar las instalaciones eléctricas, las sanitarias tenían muchas deficiencias y pueden ver que es un mercado que quedó moderno y muy iluminado”, remató el presidente, Alfonso Martínez Alcázar.
Los afectados
Las fiestas decembrinas de 2015 y las de 2016 resultaron complicadas para los 239 locatarios que operan al interior del Mercado Nicolás Bravo, pues los retrasos de la obra derivaron en que sus ganancias bajaran de manera exponencial.
Incluso, esta situación obligó a los locatarios a manifestarse en repetidas ocasiones tanto desde el mercado como acudiendo al Palacio Municipal, exigiendo que el Ayuntamiento imprimiera mayor celeridad sobre los trabajos de remodelación en el recinto.
Esto no fue ignorado por el Ayuntamiento, ya que el propio director de Mercados y Comercio en Vía Pública, Eugenio Villalobos reconoció en entrevista que el nivel de afectación sobre las ganancias de los comerciantes, fue de por lo menos un 20 por ciento; sin embargo, en contraparte los locatarios hablan de hasta un 40 y 50 por ciento de disminución en sus ventas.
“Ellos nunca dejaron de vender, siempre vendieron, yo considero que si hubo… fue una disminución de ganancias, pero perdidas no hubo porque seguían vendiendo y la gente siguió viniendo”, manifestó el funcionario al hablar de un decrecimiento en las ganancias del 20 por ciento.
Con todo y los retrasos de la obra, este lunes el Ayuntamiento presentó por fin la conclusión de la misma, en donde estuvieron diferentes funcionarios e integrantes del gabinete de Alfonso Martínez para presentar el saneamiento infraestructural que se aplicó sobre el Mercado Nicolás Bravo.