Mérida.- Al concluir la reunión del gobierno mexicano con inversionistas estadunidenses, con la presencia del secretario de Comercio Wilbur Ross, el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard sostuvo que tras la reforma laboral mexicana existen expectativas importantes para que hacia finales de mes pueda iniciar el proceso de aprobación del tratado comercial en las Cámaras estadunidenses, salvo lo que determine el Partido Demócrata.
En entrevista subrayó que durante el encuentro el gobierno mexicano expresó su preocupación por los cierres parciales en la frontera norte y las complicaciones para los cruces, ante lo cual la representación gubernamental estadunidense expresó que “harían lo posible” para su normalización lo más pronto posible.
De acuerdo a Ebrard, la explicación oficial era de que no se trataba de una medida en contra de México, sino que les preocupó el intenso flujo de centroamericanos. Por ello, detalló que no fue una decisión política en contra de México, según lo planteado en el encuentro.
El canciller subrayó que de acuerdo a las cifras que se manejaron en la reunión por primera vez se ha alcanzado a invertir la variable entre ingresos con visas de trabajo y deportados. Se otorgaron 240 mil visas de trabajo, en tanto que se deportaron a 290 mil mexicanos.
Detalló que durante la reunión de dos días, la secretaria de Energía planteó a funcionarios e inversionistas estadunidenses que México cumplirá los contratos derivados de la reforma energética.
Para Ebrard la presencia de altos funcionarios de las secretarías de Estado y Energía, así como la presencia de Ross como representante de Trump en el encuentro habla de la buena relación que existe entre ambos países.
Por otro lado, durante la reunión la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, destacó que los esfuerzos del gobierno mexicano por consolidar la relación con Estados Unidos se enfocan por un lado en preservar los equilibrios macroecnomicos, consolidar el estado de Derecho y enfrentar el problema de la inseguridad en México.
Sánchez Cordero reconoció que la inseguridad y la violencia tienden a desalentar las inversiones y afectar al crecimiento económico, de ahí la prioridad gubernamental de enfrentarla con nuevas estrategias entre las que destacó la creación de la Guardia Nacional.