Un errático destape para el 18
El indisoluble tándem Barbosa-Ríos Piter pide a Mancera que defina si va a ser o no aspirante a la Presidencia de la República
12 de Mayo de 2016
Ni a Miguel Barbosa ni a Armando Ríos Piter parece importarles la escasa popularidad de Miguel Ángel Mancera. Los dos senadores del amarillo salieron muy orondos a declarar que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México es la única opción para que el PRD compita de manera real en el 2018.
“Si Mancera no es candidato, el PRD estará a la deriva”, aseveraron.
El redestape de Mancera no parece tener mucho sentido en estos momentos. El jefe de Gobierno está en su más baja cota de popularidad. Ni de chiste le daría la pelea a López Obrador, Margarita Zavala o Miguel Osorio Chong.
El 64% de los habitantes de la Ciudad de México lo desaprueba, según la última encuesta del periódico Reforma.
Los citados senadores del PRD, por cierto, no quieren más especulaciones sobre una potencial alianza con el PAN. “No más propuestas que lleven a la sociedad mexicana a la incertidumbre, a una duda y a una posición de no identificar al PRD”, dijeron.
Quisieron inducir a Dolores Padierna para que se sumara al jefe de Gobierno, pero la esposa del profesor René Bejarano, dirigente de la corriente Izquierda Democrática Nacional, permaneció calladita. Sabe que así se ve más bonita.
En Benjamín Franklin optaron por la prudencia. “Es su postura y es respetable. En el PRD no hay consenso sobre el 2018”, nos dijo Agustín Basave, presidente nacional del PRD, cuando le pedimos su opinión sobre las declaraciones deBarbosa y Ríos Piter.
Buscamos también a Guadalupe Acosta, el más aliancista de los amarillos. Él sigue considerando la posibilidad de que amarillos y azules apoyen al mismo candidato presidencial en el 18. “Tampoco cierro la posibilidad de alianza con nadie, y eso incluye a Morena”, puntualizó.
El indisoluble tándem Barbosa–Ríos Piter pide a Mancera que defina si va a ser o no aspirante a la Presidencia de la República, apenas pasen las elecciones del próximo 5 de junio. “No más acciones de no saber o no tener claros los escenarios”, señalaron.
- Hemos leído sobre el abandono del que fue objeto Josefina Vázquez Motadurante la última campaña presidencial. La frialdad del presidente Felipe Calderón hacia la candidata presidencial del PAN fue documentada porRaymundo Rivapalacio después de los comicios de 2012.
Álvaro Delgado lo hizo apenas el fin de semana, en la reseña que publicó en la revista Proceso de su libro El Amasiato. En este mismo espacio publicamos una columna sobre las “majaderías” de Felipe a Josefina el 12 de diciembre de 2012 y la negativa de la ya para entonces excandidata a comer con él en Los Pinos.
Vázquez Mota no lo olvida. Nos cuentan que en un desayuno que organizó el presidente del PAN en la Ciudad de México, Mauricio Tabe, por el Día de las Madres, la otrora candidata presidencial dijo que entendía muy bien la soledad que vivió José Luis Luege cuando buscó la jefatura de gobierno del DF como abanderado del azul. “Igual que yo en algunos momentos de la campaña presidencial”, dijo.
- El PAN ya se convirtió en la Torre de Babel. Los que están adentro nomás no se entienden.
El coordinador de los senadores del azul, Fernando Herrera, salió a descalificar las declaraciones hechas por su compañera Marcela Torres Peimbert, en el sentido de que la bancada azul en el Senado de la República aceptaba la propuesta del PRI y el Verde de aprobar una Ley 3de3 con limitaciones. Le quita la obligación de hacerlas públicas. “Son opiniones a título personal”, dijo.
Quisimos saber los motivos de las contradicciones. En el seno mismo de la fracción panista emergieron voces que, amparadas en el anonimato, nos dieron su versión de lo que ocurría.
Esas voces recordaron que Roberto Gil, presidente de la Mesa Directiva, advirtió a los senadores de su bancada que había que cuidar la constitucionalidad en las siete leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción, para no provocar una lluvia de amparos.
Le parecía, por ejemplo, que la propuesta de obligar a los parientes, hasta en cuarto grado, a hacer pública su declaración patrimonial, fiscal y de interés, como exige la iniciativa de la sociedad civil, se salía del marco legal. “Sentémonos a negociar con las organizaciones para resolverlo”, les dijo.
Pero en lugar de hacerle caso, los senadores azules, junto con los del PRD, se pusieron a hacer “cuentas electorales alegres”. Quisieron cargarle el costo al PRI —donde, efectivamente, hay poderosas resistencias a dar a conocer patrimonio, ingresos e intereses—, y reventaron la sesión para que las leyes anticorrupción no salieran en el periodo ordinario.
“Ya no les salen las cuentas. No saben cómo explicar el recule y quieren cargar el costo a los senadores (del PAN) y no a la dirigencia. Por eso ahora dicen que lo declarado por Marcela, por cuenta del CEN, es su opinión personal”, puntualizan.
Torres Peimbert es la panista que se sienta en la mesa de negociaciones y la suya no parece una postura personal.