De las 800 panaderías que operan en la capital michoacana, el 50 por ciento de éstas lo hace bajo la informalidad, es decir, sin el reconocimiento del Ayuntamiento de Morelia.
Oliverio Cruz Gutiérrrez, líder de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), fue quien expuso este escenario al precisar que actualmente 400 panaderías han omitido darse de alta tanto en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público como en el propio Ayuntamiento que comanda Alfonso Martínez Alcázar.
Esta situación, dijo, ha provocado que los panaderos no regulados se encuentren limitados a verse favorecidos con apoyos de carácter estatal y federal para impulsar su crecimiento a través del despliegue de programas de desarrollo económico.
Ante este panorama, Oliverio Cruz reconoció que se avecina un escenario más complicado para el panadero moreliano, tomando en cuenta que el municipio contempló un incremento del tres por ciento en las licencias de funcionamiento para el ejercicio fiscal de 2017.
Aumenta el cierre de panaderías
En otro orden de ideas, el representante de la Canainpa dijo que a consecuencia del incremento que sufrieron los insumos y principalmente los energéticos, cerca de 50 panaderías han venido cerrando de manera intermitente en la capital michoacana.
Recordó que por disposición federal, el costo de insumos se elevó en un 15, condición que provocó el cierre de un considerable número de panaderías que se vieron afectadas ante esta situación.
Si bien alarmó sobre el panorama financiero que se generó para la industria panificadora, sostuvo que la mayor parte de trabajadores de este oficio han mantenido un costo de entre 4 y 5 pesos en pan dulce.
En este sentido, Oliverio Cruz subrayó que los costos se mantendrán intactos, mientras no se eleve el precio de la harina, de manera que el escenario para la industria panificadora es aún incierto de cara a 2017.
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