Washington D. C.- Donald Trump ha cumplido su promesa de derogar el Obamacare después que la Camára Baja del Congreso aprobara ayer su reforma sanitaria, llamada American Health Care Act.
A pesar de que para que se materialice la primera victoria legislativa del presidente de Estados Unidos la reforma aún tiene que aprobarse en el Senado, ya hay algunos datos que muestran la repercusión que tendrá.
Miembros del Partido Republicano y partidarios del proyecto de ley aseguran que se reducirán los costes y que los estadounidenses tendrán un mayor control sobre su seguro médico. Pero los opositores, como el senador Bernie Sanders, y grupos que trabajan en la defensa de los pacientes, denuncian que la reforma dejará a millones de personas enfrentándose a altas facturas médicas y a vivir con menos cobertura médica.
“Si el proyecto de ley aprobado hoy en la Cámara se convirtiera en ley, miles de estadounidenses morirían porque ya no tendrían acceso a la atención médica”, dijo ayer a la CNN Sanders.
En marzo tuvimos constancia de que la implantación de American Health Care Act dejaría a 24 millones de personas sin cobertura médica en una década, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Aunque ahora se desconoce el número exacto de personas a las que perjudicará la reforma, ya se tiene ejemplos de cómo algunas de sus carencias repercutirán en la ciudadanía.
Uno de los grupos más afectados será el de los estadounidenses de bajos recursos, porque la nueva reforma limitará la expansión y reducirá el apoyo federal de Medicaid, el programa que abastece a las familias más humildes, que representan uno de cada 5 estadounidenses.
Otro son las personas con alguna enfermedad crónica, ya que amparándose en la nueva enmienda, las autoridades podrían permitir que los seguros médicos les cobraran más que las que están sanas, a diferencia de lo dispuesto en el Obamacare. Una prueba de ello es que, como han explicado analistas, los que padecen algún tipo de cáncer grave podrían verse obligados a pagar 35 veces más.
De acuerdo con cálculos de Center of American Progress, esto se traduce en que un paciente de 40 años podría tener que pagar 71.880 dólares más por sufrir cáncer de pulmón y los de cáncer con metástasis podrían sufrir un aumento de 140.510 dólares.
Si el proyecto de ley aprobado hoy en la Cámara se convirtiera en ley, miles de estadounidenses morirían, porque ya no tendrían acceso a la atención médica
Tampoco hay tranquilidad para los que quieren tener hijos, ya que todo el proceso del embarazo sin complicaciones tendría un precio de 17,060 dólares, lo cual significaría un aumento del 425 por ciento.
A pesar de que Trump ha querido apaciguar las críticas alegando que las condiciones no empeorarán para personas con cáncer y diabetes, las preocupaciones están en su punto álgido. Así lo expresó American Cancer Society Cancer Action Network alegando que la reforma podría llevar a EEUU a un sistema “que aumenta los costos del seguro a personas enfermas”.
Ya tenemos los primeros datos de la reforma. Ahora solo toca esperar a que después de pasar por el Senado sea menos perjudicial para los estadounidenses.